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Historia y memoria de Nuevo Casas Grandes

La otra batalla de Casas Grandes

En diciembre de 1910 el torbellino revolucionario llegó a nuestra tierra

Arcadio Sánchez Rodríguez

domingo, 26 diciembre 2021 | 09:33

“ The price of despotism in a given country is the blood of her best and bravest sons” (“El precio del despotismo en un país determinado es la sangre de sus mejores y más valientes hijos”), escribió JOHN KENNET TURNER, en la sección en inglés del AUTÉNTICO periódico Regeneración (No. 20. Sábado 14 de enero de 1911. Editor: Anselmo L. Figueroa. Los Ángeles, Cal., U. S. A. En diciembre de 1910 el torbellino revolucionario llegó a nuestra tierra. Hoy quiero hacer énfasis en ese marco, en ese contexto histórico, para destacar un dato, por lo menos curioso de “la otra” Batalla de Casas Grandes, la que nunca ocurrió, sin embargo quedó consignada en los medios de aquel tiempo. Hay que recordar que finales de noviembre, Práxedis G. Guerrero, el mayor héroe de esta región, el sacrificado, el mártir de Janos, abandona Los Ángeles, California, para dirigirse a El Paso, Texas, desde donde organiza un grupo de 22 rebeldes, entre los cuales se encuentra Lázaro Gutiérrez de Lara. El 19 de diciembre de 1910 llegan por la noche al Estado de Chihuahua. El plan ideado por Guerrero era capturar Ascensión, San Pedro, Janos, Corralitos, Casas Grandes, Terrazas, San Diego, San Buenaventura, San Lorenzo, y otras ciudades más para luego marchar sobre la ciudad de Chihuahua. Entran a Sapeyó, estación ferroviaria situada 39 kilómetros al sur de Ciudad Juárez. El 23 de diciembre, expropian un tren. Con él llegan a estación Guzmán, donde pasan la noche. El 24, en la madrugada, se marchan a El Sabinal para recoger a 25 rebeldes que estaban esperándolos. Ahí se quedan todo el día discutiendo el plan de ataque a Casas Grandes. El 25 regresan a Ciudad Guzmán, donde se dividen en dos grupos: uno de 32 rebeldes, dirigido por Práxedis y el otro de 9 rebeldes, dirigido por Prisciliano Silva. Este último se dirigió a la Laguna de Santa María. El 27, el grupo de Guerrero marcha en dirección a Casas Grandes para tomarla, pero deciden abandonar este proyecto ya que esta ciudad tiene una guarnición de más de 450 hombres. El 29 llegan a Janos. En la noche empieza el combate. Después de dos horas de lucha, el grupo revolucionario sale victorioso, haciendo prisioneros al presidente municipal y al teniente de rurales. Pero poco tiempo después llegan refuerzos de Casas Grandes. Se inicia un nuevo combate en el que mueren Práxedis y once revolucionarios más. No obstante, este combate acaba en la victoria del grupo revolucionario sobre las tropas federales, a pesar de la diferencia numérica existente entre los dos bandos. Regeneracón, consignaba: Del campo de operaciones hemos recibido el siguiente mensaje que nos llegó con algún retardo debido a las dificultades que existen para la comunicación. Dice así: "23 de Diciembre de 1910. "Hasta hoy sin novedad. "Ferrocarril del Noroeste sin puentes. "Voluntarios uniéndosenos. "Práxedis G. Guerrero." (Regeneración. No. 18. Sábado 31 de diciembre de 1910. Editor: Anselmo L. Figueroa. Los Ángeles, Cal., U. S. A.) Acerca de “La Toma de Casas Grandes”, esta es la información: “Uno de los corresponsales de "El País" a quien sólo comisionó para que investigara los sucesos que se desarrollaron en Casas Grandes, refiere que esta ciudad fue tomada por los Insurgentes que la atacaron, acaudillados por Práxedis G. Guerrero. El Alcalde de Janos, Guadalupe Zozaya, en carta que le escribió a un sobrino que reside en El Paso, confiesa que dicha población, Janos, fue asimismo tomada por Práxedis G. Guerrero. Añade el Alcalde Zozaya que él fue hecho prisionero y tuvo que pagar mil pesos para obtener su libertad.” (Villarreal, Antonio I. “De Sonora a Yucatán arde la Revolución”, en Regeneración. No. 19. Sábado 7 de enero de 1911. Editor: Anselmo L. Figueroa. Los Ángeles, Cal., U. S. A.) Hay otras referencias a La Batalla de Casas Grandes, en el texto “La Mentira es el Recurso de los Impotentes”: En el artículo, Ricardo Flores Magón hacía referencia a la confusión acerca de la muerte de Guerrero: “(…) Tan estupenda mentira no puede tener otro fin que el de sembrar la inquietud entre los que ven a Práxedis G. Guerrero como el alma del movimiento libertario que se inició con su espléndido levantamiento a unas cuantas millas de Ciudad Juárez y su marcha atrevida hacia la Sierra. “La acción de Práxedis sacudió la indiferencia de muchos, avivó el entusiasmo de los fuertes y las miradas de todos se dirigen hacia la región montañosa del Norte de Chihuahua, donde el bravo luchador opera desde el 21 del pasado Diciembre. De todas partes marchan libertarios hacia donde opera el compañero Guerrero, y ha alarmado al despotismo, lo ha desconcertado hasta la demencia; ya no se trata de una revolución de meros fines políticos, sino de una revolución en ya, la trascendencia social espanta a los amos de la política y del dinero.” Luego, insiste en los pormenores de lo que sería la Batalla de Casas Grandes: “Como se sabe, Práxedis tomó un tren de pasajeros a corta distancia de Ciudad Juárez y se hizo transportar con un grupo de selectos libertarios hacia Ciudad Guzmán quemando y dinamitando en el trayecto los puentes que iban quedando atrás y cortando los hilos telegráficos. En Ciudad Guzmán hizo alto el convoy liberal, fueron tomados caballos, muchos voluntarios se unieron al saber que era el segundo Secretario de la Junta Organizadora del Partido Liberal el que encabezaba el movimiento, y al día siguiente volvieron a emprender la marcha en el tren capturado hacia Casas Grandes; pero hicieron alto en Sabinal, donde la columna liberal tuvo un aumento de cincuenta voluntarios bien armados y montados. Allí se pasó la noche (24 de Diciembre) y dando en libertad a la máquina, continuaron al día siguiente su marcha hacia Casas Grandes. “Al llegar a las cercanías de Casas Grandes, la fuerza de Práxedis era de 1 000 hombres, según informe de la prensa gobiernista. Práxedis invitó al Jefe Municipal a que se rindiera y entregara la plaza, diciendo en su ultimátum que no quería hacer fuego sobre una ciudad en que tantas personas inocentes podían perecer. El Jefe Municipal pidió auxilios; pero de nada le valieron, pues la ciudad fue tomada el día último del año. Tan notable triunfo ha vuelto loco a Porfirio Díaz; pero no ha sido eso solo: después de la toma de Casas Grandes, los liberales tomaron otros pueblos, siendo el último de estos, Janos, donde Práxedis puso en prisión al Alcalde Municipal Guadalupe Zozaya y le exigió mil pesos de multa para el fomento de la Revolución. No teniendo importancia el retener Janos, los liberales se retiraron a tomar nuevas poblaciones. La toma de Janos tuvo lugar el día primero de este mes.” No obstante, la incertidumbre continuaba: “Tropas están siendo enviadas a batir las fuerzas de Práxedis y muy pronto tendremos noticias de los nuevos triunfos del flamante campeón del proletariado. “En vista de las noticias de la muerte de nuestro hermano Práxedis, tocamos todos los resortes para descubrir la verdad. El siguiente telegrama recibido en nuestras oficinas a las cinco de la tarde del día 5, y transmitido por el Delegado de la Junta en El Paso, Tex., no deja lugar: "Práxedis bien; pronto enviaré buenas noticias." “Así, pues, compañeros, estamos de triunfo. Esperemos confiados en que la Justicia tendrá que llegar bien pronto para los pobres. “Pero de hoy en adelante, cualquiera que sea la suerte de los compañeros liberales, no debemos desanimarnos. Es dolorosa la pérdida de un compañero querido por su virtud y su abnegación, y su talento como Práxedis; pero si llega a morir, no debemos desmoralizarnos, sino tomar de las manos del héroe muerto la bandera de los desheredados que con tanta honra ha sabido sostener, y continuar la lucha contra el capitalismo opresor y el odioso despotismo político.” (Flores Magón, Ricardo “La mentira es el recurso de los impotentes”, en Regeneración. No. 19. Sábado 7 de enero de 1911. Editor: Anselmo L. Figueroa. Los Ángeles, Cal., U. S. A.) Sigamos investigando LA OTRA BATALLA DE CASAS GRANDES...