En 1980 el pueblo de Nuevo Casas Grandes protagonizó la primera insurgencia electoral, en el estado y el país
Arcadio Sánchez Rodríguez
domingo, 05 septiembre 2021 | 08:36El sábado 28 de agosto, tras confirmar de recibida la colaboración de ese día, me preguntaba Víctor Hugo Valdovinos acerca de algo relevante de 'NUEVO CASAS GRANDES. SOCIOLOGÍA, HISTORIA Y MEMORIA', el trabajo de investigación que realicé entre el 11 de marzo de 2019 y el 30 de septiembre de 2020, mediante contrato, por tiempo determinado, celebrado con EL MUNICIPIO DE NUEVO CASAS GRANDES, CHIHUAHUA. El 30 de septiembre de 2020, en tiempo y forma, entregué el documento con los resultados: 1111 páginas entre la parte testimonial y una exhaustiva selección y compilación documental, en diversos temas de política, economía, sociedad, cultura e ideología. En el área de política destacan voces tan importantes como las de Julián Alejandro Hernández Chávez o Salvador Bautista Vargas. Pero me siento especialmente satisfecho con la tetralogía de entrevistas que realicé a Ernesto Poblano Fernández. De eso quiero platicarles ahora, al menos un poco. Ya habrá tiempo y espacio para profundizar en estos temas que van directo al corazón y el alma de nuestra identidad. En 1980, el pueblo de Nuevo Casas Grandes protagonizó la primera insurgencia electoral, en el estado y el país, en defesa del triunfo del entonces candidato opositor a la presidencia municipal, Ernesto Poblano Fernández, quien con las siglas del PARM y el PST, había derrotado al candidato oficial, Raymundo Gómez Martínez. Este movimiento popular 'a tres años de promulgada la primera Reforma Política en el país' pasó de la defensa del voto a la lucha para impedir la Toma de Posesión de un gobierno espurio. La protesta continuó aún después de la renuncia y autodestierro de Poblano 'debido a las presiones que incluyeron la amenaza en contra de la vida e integridad de Francisco, uno de sus hijos, hoy Director de Tecnologías en UTEP' para culminar en la conformación de un organismo de gestoría. Posteriormente, continuarían las demandas por el sufragio efect i v o , cuand o e n 1983, de n u e v a c u e n t a el pueb l o d e Nuevo Casas Grandes sufriría otro despojo electoral, ahora en contra de Julián Hernández, a quien incluso le habían otorgado la Constancia de Mayoría, para luego anular la elección, crear una Junta de Gobierno y convocar a elecciones extraordinarias. Hasta 1986, finalmente, Salvador Bautista Vargas, pudo despachar como presidente municipal de oposición, aunque 'paradójicamente' el fraude electoral, 'patriótico', dijo entonces el ahora flamante funcionario del Cuatrote, Manuel Bartlet Díaz, se ampliaría a la entidad, contra “Pancho” Barrio, hasta significar una réplica exponencial de lo que había ocurrido, aquí, en 1980. Cuarenta años después de haber protagonizado aquellos actos que transformaron la dinámica política de Nuevo Casas Grandes, finalmente entrevisté a Ernesto Poblano Fernández. A principios de agosto de 2020, pude contactarlo, gracias al apoyo del comerciante Carlos Córdova Quintana, yerno de Martiniano Mendoza (+), propietario de la emblemática 'Abarrotes Mendoza', que dio nombre, o apellido, al 'Barrio Mendoza' en la colonia Villahermosa. Recuerdo, nítidamente, tan nítida como la memoria de aquel muchacho de 12 años, que la entonces enorme barda de 'Abarrotes Mendoza' consignaba con letras grandes, verdes, en fondo blanco: 'POBLANO, PRESIDENTE', con el logo del PARM a un lado. En la primera entrevista, el 09 de agosto de 2020, Poblano confirmó que desde hace 15 años radica en Ciudad Juárez 'luego de haber sido el primer asilado político en El Paso' y es propietario de una pizzería, muy cerquita de El Sauz, donde incluso ha tenido la oportunidad de saludar a mucha gente de Nuevo Casas Grandes. 'De repente alguien lo conoce a uno y se corre la voz, ahí van cayendo'. Dijo que le hablaría a Julián Hernández, y se acordó de doña Licha Elizalde, 'muy luchona la vieja; también al último se hizo recalcitrante, ja ja ja'. De la segunda entrevista, del 10 de agosto de 2020, les comparto este extracto: “Yo le doy muchas gracias a Dios de que tengo el gusto de estar platicando aquí con usted y de llevar una vida tranquila ya. Y usted es la primera persona, Arcadio, después de 40 años, que se ocupa en revivir el tema, y que es un eslabón en la historia de la política de Nuevo Casas Grandes, de la insurgencia que tuvo. Entonces, ¡qué bonito! Yo estoy muy agradecido, porque, pues, ya estoy al cuarto para las doce, ya estoy en el ocaso de mi vida, pero pues así les puedo decir a mis nietos: ‘¡miren este recorte de periódico!’” Y este otro: “Para mí, de plano, de plano, la gente se desbordó y, no solamente de Nuevo Casas Grandes, venían de todos los pueblitos aledaños, incluso hubo gente hasta de Ascensión, que se fue a hacer la bola más grande y, pues, no, pues algo sumamente grandioso, porque jamás por mi mente cruzó que fuese yo aceptado en esa forma por la gente de Nuevo Casas Grandes, y a la postre, pues fue lo que más me dolió, ¿verdad?, no poder dar la cara y pedirles perdón por tener que renunciar a la causa. Porque si habíamos prometido morir en la raya, pues teníamos que haber permanecido allí, y a lo mejor lo que dijo Ornelas, que jamás lo verían mis ojos de tener la Presidencia de Nuevo Casas Grandes, a lo mejor sí se hubiese logrado, porque veía una decisión de un pueblo con realmente sed de justicia, de que cambiaran las cosas de sabor.” Hubo otra entrevista, el 12 de agosto de 2020, donde abundó en el tema de Ojinaga, la insurgencia electoral en Nuevo Casas Grandes, su desempeño como minero, además de su asilo político y su retorno a México, a Ciudad Juárez. Finalmente, el 14 de septiembre de 2020, en una entrevista más, habló de su semblanza, su familia, sus trabajos y, por supuesto, del “bello Nuevo Casas Grandes”, como le dice y recuerda a nuestra ciudad y municipio. Allí están, pues, el testimonio y la narrativa de Ernesto Poblano Fernández, de alguien que, puede decirse, prendió la mecha de este pueblo insurgente…