Associated Press

viernes, 17 noviembre 2023 | 06:00

Huntsville, Texas— Un hombre de El Paso condenado por estrangular a una niña de cinco años –que fue sacada de una tienda Walmart hace casi 22 años–, y por quemar su cuerpo fue ejecutado el jueves por la noche.

David Rentería, de 53 años, fue declarado muerto a las 7:11 p.m. CST (Tiempo del Centro) luego de una inyección letal en la Penitenciaría Estatal de Huntsville por el asesinato de Alexandra Flores. Rentería oró, cantó y pidió perdón antes de su ejecución.

“Lamento todos los males que he cometido. Y a aquellos que han pedido mi muerte y que están a punto de asesinarme, los perdono”, dijo a los presentes con voz alta y clara. Fue declarado muerto 11 minutos después de comenzar a recibir una dosis letal de pentobarbital, un potente sedante.

Los fiscales dijeron que Flores, la menor de ocho hermanos, estaba en la tienda de El Paso el 18 de noviembre de 2001, durante una salida de compras navideñas, cuando fue secuestrada de la tienda, estrangulada y le prendieron fuego. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente en un callejón a unas 16 millas (25 kilómetros) de distancia.

La ejecución de Rentería se llevó a cabo después de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazara dos solicitudes de suspensión separadas ese mismo día.

Una solicitud surgió de los esfuerzos de los abogados de Rentería para obtener acceso a evidencia que, según dijeron, podría haber demostrado que él no era responsable de su muerte. 

Otra apelación rechazada por el tribunal superior sin comentarios el jueves por la noche se centró en las afirmaciones de que el suministro estatal de pentobarbital, la droga de ejecución, se había degradado y le causaría “terror” y “dolor severo”, en violación de la prohibición de castigos crueles e inusuales de la Octava Enmienda.

Las autoridades dijeron que la evidencia mostraba que Rentería, un delincuente sexual convicto, llevó a cabo el secuestro y el asesinato solo y que sus abogados no plantearon esa defensa en su juicio. La sangre encontrada en la camioneta de Rentería coincidía con el ADN de la niña asesinada, según los fiscales, quienes agregaron que la huella de su palma fue encontrada en una bolsa de plástico colocada sobre la cabeza de la niña antes de que le prendieran fuego al cuerpo.

Rentería fue acusado de patrullar la tienda durante unos 40 minutos antes de concentrarse en la niña de 5 años. Un video de vigilancia granulado la mostró siguiendo a Rentería fuera de la tienda.

La ejecución fue una de las dos llevadas a cabo el jueves en Estados Unidos. En Alabama, el recluso Casey McWhorter recibió una inyección letal el jueves por la noche por matar a tiros a un hombre durante un robo en 1993.

Los abogados de Rentería habían argumentado sin éxito que las autoridades habían violado sus derechos constitucionales al negarles el acceso al expediente de la Fiscalía sobre el recluso como parte de sus esfuerzos por reforzar sus afirmaciones de que no mató a la niña.

Rentería había afirmado durante mucho tiempo que miembros de una pandilla llamada Barrio Azteca, incluida una persona que usaba el apodo de “Flaco”, lo obligaron a llevarse a la niña amenazando a su familia, y que fueron los pandilleros quienes la mataron.

Las afirmaciones de los abogados de Rentería se basaron en declaraciones de testigos publicadas por la Policía de El Paso en 2018 y 2020 en las que una mujer dijo a los investigadores que su ex marido, miembro de Barrio Azteca, estuvo involucrado en la muerte de una niña que había desaparecido de un Walmart.

En 2018, un juez federal dijo que la declaración de la mujer estaba “llena de inexactitudes” y era “insuficiente para demostrar la inocencia de Rentería”.

En agosto, la jueza estatal de Distrito Monique Reyes en El Paso accedió a una solicitud para suspender la ejecución y ordenó a los fiscales que entregaran los expedientes del caso. Posteriormente, la Corte de Apelaciones Penales de Texas anuló las órdenes de Reyes.

El martes, la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas votó 7-0 en contra de conmutar la sentencia de muerte de Rentería por una pena menor.

En 2006, la Corte de Apelaciones Penales de Texas anuló la sentencia de muerte de Rentería, diciendo que los fiscales proporcionaron pruebas engañosas que dieron a los jurados la impresión de que Rentería no estaba arrepentido.

Durante un nuevo juicio de nueva sentencia en 2008, Rentería fue nuevamente condenado a muerte.

Rentería fue el octavo recluso ejecutado en Texas este año. Este año ha habido 23 ejecuciones en Estados Unidos, incluidas las dos llevadas a cabo ayer jueves.